Mi hijo no come NADA!! SOS
Oh no! Mi hija, que comía fenomenal (primero lactancia materna hasta los 7 meses, después leche de fórmula y cereales) ha cumplido un año y ¡ha dejado de comer!!!!
Tranquilos, es más frecuente de lo que creéis. Resulta que llega un momento en el que los niños se hartan de comer leche y papillas, y quieren más «comida real», de esa que te ven comer a ti y a sus hermanos mayores. Y, además, lo quieren comer ellos solitos, sin que tú ni nadie les ayude… Si vuestro hijo es muy muy habilidoso en motricidad fina, serán capaces de aprender rápidamente, y la crisis durará un par de semanas. Éste fue el caso de mi hijo mayor. Si, por el contrario, lo de la coordinación no es su punto fuerte, la crisis durará más tiempo, como me pasa con mi hija pequeña.
¿Qué hacer en estos casos?
- Lo primero, es tener paciencia. Cada niño necesita su tiempo, su evolución, su aprendizaje, su madurez; como con todo en la vida (andar, leer, comer…).
- Lo segundo, utilizar truquitos como la comida de dedos (finger food). De esta forma, el peque podrá comer de forma «autónoma», utilizando sus deditos a modo de pinza y llevándose la comida a la boca. Finger food es todo aquello que esté cortado o tenga de por sí un tamaño suficientemente grande para que puedan cogerlo ellos solitos, pero suficientemente pequeño para que puedan tragarlos (recordad que a estas alturas aún no tienen todos sus dientes. Echa un vistazo al calendario de dentición orientativo).
- Mi hija devora: el maíz, el lomo cortado en cuadraditos, la zanahoria, las aceitunas (cortadlas mínimo por la mitad, que tienen gran riesgo de ahogo), los quesitos, las patatas, el pan y las galletas. Tened en cuenta que son aún inexpertos en tragar (depende mucho del niño, insisto) y que han de ser trozos pequeños pero que puedan coger con sus deditos. Y si es un día en que no quiere nada de nada, como dice mi suegra «con un yogur se sobrevive divinamente».
- Otros «finger foods»: uvas, plátano, aguacate, cereales (tipo Frosties, a mí los muy pequeños me dan cosilla…), mini albóndigas, huevo cocido, guisantes, mandarina, pasta (la mía la come a secas, sin tomate), pepino, tomate en cubitos, la calabaza (para quitarle la piel y a la vez cocinarla para que quede muy suave y dulce, métela en el horno a poco temperatura durante
unos 20-30 minutos. La piel se quitará fácilmente y la calabaza estará deliciosa), fresas y cualquier otra fruta, bocaditos de yogur (congela el yogur en cubitos pequeños), habitas baby… Hay mucha variedad y comida sana que les encanta y se puede preparar o ya viene en tamaño finger food.
- No obligar. Sí, sé que es angustioso pensar que tu hijo no está comiendo nada, pero con obligarle lo único que estás creando en una situación peor: cada vez odiará más la hora de comer y cada vez llegaréis un punto más lejos en ese tira y afloja, hasta que la situación se vuelva insoportable. Prueba a no obligarle. A ponerle en el plato la mitad de lo que le sueles poner. A no enfadarte ni chantajearle ni nada de nada cuando no quiera más.
Tampoco utilices otro tipo de comida (yogur o chocolate o algo que le guste) como castigo ni como premio. La comida es comida. Prueba esto durante una semana y ve apuntando lo que ha comido y lo que pesaba al principio de la semana. Cerciórate de que nadie más le obliga (colegio, niñera, abuelos…). Si al final de la semana sigue en el mismo peso o 1 kg más arriba o abajo (aproximadamente el 10% del peso, no es preocupante porque oscila bastante según la hora del día, lo que haya bebido,etc), es que comiendo lo «poquito» que come, le vale.
- Y sobre todo, no desesperar ni preocuparte porque pase hambre. Ten siempre en cuenta que los niños son seres humanos, y como tal, animales que no van a morir de hambre siempre que tengan comida a su alcance. Tira mucho de la leche y los yogures, de baberos gigantes y suelos cubiertos con plástico (porque se pondrán perdidos y todo a su alrededor) mientras aprenden a comer de forma autónoma. Ten en cuenta (para esto os recomiendo leer el libro de Carlos González Mi niño no me come) que su estómago es mucho más pequeño que el tuyo o que el de sus hermanos mayores, y que con un trocito de plátano, un poco de galleta y un vasito de zumo, ya estarán llenos. Carlos González recomienda que no recurras a complementos alimenticios porque les llenarán en exceso y querrán comer aún menos. Respeta su ritmo natural.
- Recuerda que «en la variedad está la diversión»: ofrécele todo tipo de alimentos, incluso los que pienses que no le van a gustar. Ahora es tu oportunidad para hacer que le guste todo… y si le introduces una nueva comida y no le gusta, prueba la siguiente semana. Las papilas gustativas van madurando y sus gustos cambian mucho en esta etapa.
Espero que esta entrada os sirva de ayuda en caso de que estéis atravesando una crisis a la hora de las comidas. Lo del dormir y el comer son las bases fundamentales para construir las bases de una relación de respeto, confianza y entendimiento mutuos entre padres e hijos. ¡Sacad lo mejor de vosotros y de vuestros retoños!