¿Cuánto duerme un bebé? Guía sobre horas de sueño en el primer año de vida

Cuando hablamos de sueño infantil, parece que sólo hay dos vertientes:
Una que te dice que hay que respetar los ritmos del niño, y que ya dormirá…
Y la otra, que te dice que para dormir tienes que dejarle llorando solo en su habitación.
En Madre y Blogger, creemos que hay un punto intermedio donde se respetan tanto las necesidades del bebé como de la mamá y de toda la familia.
Porque de nada sirve seguir el ritmo del niño, si eso a ti te supone estar cansada, enfadada, con menos paciencia, con menos ganas de jugar… O no te permite atender las necesidades de otros hijos que tengas.
Por eso, nuestra visión sobre el sueño infantil se basa en respetar las necesidades de todos los miembros de la familia y encontrar un punto medio.
Sin lágrimas y sin sufrimiento.
Para que todos estemos más felices, más tranquilos, más descansados…
Y con mucho tiempo para dedicárnoslo los unos a los otros.
Si te interesa, te contamos cómo:
Nos ha funcionado con nuestros propios hijos.
A todas las edades.
Y con todo tipo de temperamentos y necesidades:
Recién nacidos, 3 meses, 6 meses, 3 años…
Ha ayudado a muchísimos padres en todo el mundo a conseguir que sus bebés y niños duerman mejor, y a sentirse más seguros en su rol de padres primerizos.
Lo hemos aprendido de Tracy Hogg, la susurradora de bebés. Y no paramos de recomendar (y regalar) su libro:
¿CUÁNTO TIENE QUE DORMIR MI BEBÉ DURANTE SU PRIMER AÑO DE VIDA?
Lo bueno, y lo malo, del sueño del bebé es que está en constante evolución durante sus primeros años de vida.
Cuando crees que ya tienes su horario y sus rutinas bien cogidas, el niño crece y vuelve a desmoronarlo todo.
La parte positiva es que, todos esos cambios, significan que su sueño está madurando y que – poco a poco – empezará a dormir mejor.
Un bebé recién nacido, duerme prácticamente todo el día y toda la noche, despertándose solamente para comer.
Durante los 3 primeros meses, los bebés hacen 4 o 5 siestas durante el día, y necesitan entre 8 y 10 horas de sueño nocturno.
A partir de los 4 meses, están más alerta y sus ventanas de sueño se van alargando, por lo que necesitan 3 siestas (o 4 si las hacen muy cortas): 2 siestas largas por la mañana y por la tarde, y una «mini siesta» para poder aguantar la cena y el baño sin llegar muy cansados a la hora de dormir. Por la noche, duermen entre 10 y 11 horas.
En torno a los 7 meses, la mayoría de bebés aguantan perfectamente el ritmo diario durmiendo 2 siestas y entre 11 y 12 horas por la noche. Mi truco en este periodo para que no haya mucho tiempo entre la última siesta y la hora de dormir es usar el método de la escalera: 2-3-4. Es decir, la primera siesta, 2 horas después de despertarse. La segunda siesta, 3 horas después de terminar su siesta de la mañana. Y la hora de dormir, 4 horas después de levantarse de la siesta de la tarde.
El bebé va creciendo, madurado su sueño. Entre los 10 y 12 meses, empezarán a alargarse sus siestas y su sueño nocturno rondará las 11-12 horas.
¿11-12 horas de sueño nocturno?
Cuando decimos sueño nocturno, hablamos del periodo desde que se van a la cama hasta que inician la jornada. No significa que duerman las 12 horas seguidas, ni mucho menos.
La mayoría de los bebés, se levantarán varias veces durante la noche a comer y seguirán durmiendo.
Para favorecer su sueño nocturno, alimenta a tu bebé a oscuras, sin hablar ni estimularle demasiado. No le saques de la habitación hasta que no sea el momento de empezar el día.
Más sobre sueño infantil en Madre y Blogger
Puedes continuar leyendo estas entradas que hemos publicado en el blog sobre sueño infantil:
- Las claves del método de Tracy Hogg para dormir al bebé.
- Establecer unos buenos hábitos de sueño
- El método Estivil. Lo que NO debes hacer con tus hijos si quieres que aprendan a dormir bien.
- Nunca despiertes a un niño dormido.
- Técnica del swaddling. Cómo arropar a tu bebé recién nacido.
- Aceites esenciales para mejorar el sueño de tu bebé.
- Cómo crear una rutina de sueño para niños.
- Y para reirnos un poco: Nuestro método para enseñar a no dormir a los padres.